El cabo Hopkins repartía las cartas con la
izquierda.
Uhm… Gina, su viuda, era aún más ágil con la derecha.
Charly, el repartidor de los recados tenía fama de amanerado.
Spencer en cambio tenía todo ese lado escayolado.
Yo en cambio, ambidiestro. Lo que la derecha se curraba, la izquierda
se lo beneficiaba. Y si no… que le pregunten a Gina.
Pero, si los cuatro posábamos la misma mano sobre la ouija…
¿Quién me cruzó el lado derecho de la cara?
Estimados
seguidores, si es que aún sigue alguien por aquí. He decidido manifestarme. Y
aunque éste no llegó a tiempo para el concurso del REC, lo tenía en la cabeza y
al final lo escribí.
Hay muchos
motivos para manifestarse, lo sé, pero hoy he decidido hacerlo de la manera
menos agria posible, porque de la otra me expresaría y me expresaría y me
expresaríiia.......
¡Y lo haré!
No sé cuándo
volveré, ahora me encuentro en el más allá de las letras y con esta falta de
sintonización os podéis imaginar el pluriempleo de mis musas.
Encantado al
menos de poder escribir esto